martes, 15 de febrero de 2011

¡ Yo quiero mi RANA !

Un día me apareció una bonita rana a la cual yo la veía con una cara tan tierna que no podía dejarla por ahí tirada. Empezamos a llevarnos muy bien, hasta que un día me dijo que era un príncipe convertido en rana, un príncipe azul, y que si lo besaba alguien que de verdad deseaba tener un príncipe azul, se iba a convertir en él. También me dijo que me lo pensara mucho, pero no me hizo falta ningún tiempo, nada más acabar de hablar le dí un beso y de allí apareció mi príncipe. Era encantador, muy atractivo y detallista. Al principio todo iba como yo quería, a la perfección. Hasta que un día me di cuenta de que hice mal. Me di cuenta de que los príncipes no existían, ni aunque fueran salidos de una rana. Os preguntaréis ¿como me di cuenta? Muy sencillo, me traicionó. Hasta los príncipes de cuentos son capaces de traicionarnos, y eso me dolió mucho como bien os lo podréis imaginar. Ahí desee con todas mis fuerzas volver a tener aquella ranita, la ranita que no me traicionaba, y que al ser un animal ninguna otra chica podría robarmela. ¡Yo quiero mi rana, la misma que tenía antes!

domingo, 13 de febrero de 2011

Su nombre : "Felicidad" .

- ¿Quién es esa?
- No tengo ni idea...
- Qué chica más rara...
- Pues sí.
- No deja de sonreir.
- Ya... creo que... creo que se llama... Sí, se llama FELICIDAD.

- Sí, así me llamo, y estoy muy orgullosa de mi nombre.
- Pero, ¿no te cansas de sonreir siempre?
- Jajajajaja, estarás de broma ¿no?
- ¿Yo? No. ¿Por qué lo dices?
- ¡Como me voy a cansar de sonreir! Es lo único que me anima en esta vida. En los malos momentos todo el mundo llora, pues yo no. Yo sonrío, no por lo mal que lo estoy pasando, sino por toda la gente que tengo al lado ayudandome a no pasarlo mal.
- ¿Y si no tienes a nadie al lado? ¿Seguirías sonriendo?
- Pues claro. Llorar es demasiado facil, y si estás feliz siempre sonríes pero si no lo estás, a veces cuesta sonreir, y para mi es todo un reto.
- Am...
- Te aconsejo que lo pruebes. Sonríe.
- Puede que lo intente algún día...
- Como quieras, pero yo te aconsejo que empiezes lo antes posible a sonreir. Te irá todo mucho mejor y aprenderás a ver el lado positivo de la vida.
- Vale, gracias.
- Denada.
- ... :)
- :)

Gracias .

No solo porque cuando estoy con tigo sonrio, sino porque tu eres el motivo por el que mi sonrisa sale a aparecer.
No solo porque cuando llueve y me mojo por no tener paraguas me rio de lo patetico que es el estar mojada de arriba abajo, sino porque los dos juntos somos los que hacemos el ridiculo calados.
No solo porque te tengo en los momentos que te necesito, sino porque también estás en los que no.
No solo porque si tengo frío me prestas tu chaqueta aunque eso suponga congelarte tu, sino porque incluso eres capaz de quitarte toda la ropa y ofrecermela, tirarte encima para darme calor, llevarme a tu casa o hacer algo parecido por no verme sufrir de frio en ese momento.
No solo porque si me ves sola te acercas y me das conversacion hasta que alguien mejor aparezca, sino que te quedas ai toda la mañana, tarde, noche y el resto de los días para darme conversación.
Y sobre todo, no solo porque me digas todo lo que te importo con un "te quiero", o por repetirme un te quiero 20 veces al dia, sino por demostrarme que todo eso que dices y haces por mi, lo haces de verdad.
Gracias.
Y... ante todo no olvides que, yo tambien te quiero.

F e l i c i d a d ( :

No hay niño que no haya sido feliz en ningún momento. Porque todos hemos llegado a ser felices por lo menos un instante. En nuestro primer cumpleaños, cuando nos regalaban aquel juguete que tanto deseabamos. O cuando empezamos a andar o a gatear, y vamos corriendo como podemos a todos los sitios, intentando encontrar nuevos lugares y siempre nos acabamos cayendo por andar donde no debemos. Eso siempre traía una recompensa, porque después de esa caída, o ese golpe, para aliviar el dolor y los llantos nos solían dar un dulce o algún helado. Ahí entonces pareciamos otro completamente diferente, una sonrisa de oreja a oreja se apoderaba de nuestra cara, como si nada hubiera pasado. Cuando nos davan las llaves del coche o de la casa, y al ver que brillaban y hacían ruido nos quedábamos medio día jugando con ellas. Otro de los momentos felices también solía ser cuando alguien te cojía en brazos, te lanzaba al aire cogiéndote al aire también, y te hechabas a reir hasta que ya no pudieras más.
Hay niños que afortunadamente tienen de todo, una buena vida y unos padres maravillosos, pero desafortunadamente hay otros que no tienen nada de eso. Viven solos, trabajando o en algún centro junto a más niños que están en situaciones parecidas, pero incluso esos niños han sido felices cuando eran niños.
Una vez que crecemos lo vemos todo de diferente manera, no todo nos hace tan feliz. Ahora por egemplo, no te divierten unas llaves como lo hacían antes, es más, ahora el tener unas llaves, sean de coche o de casa, suponen unos gastos. Primero haber comprado el coche o la casa, los seguros, muebles o partes para el coche, revisiones... todo gastos, y eso no nos hace tán felices una vez que somos adultos.
Por eso mismo el viaje de la felicidad empieza cuando somos niños, y para algunos puede que allí acabe. Hacer felices a los niños, ya que puede que sea la única etapa de la vida en la que de verdad puedan ser felices.

Él .

Él es ese que tanto me hace reír, ese chico con el que tanto tiempo soñé. El hombre de mi vida, que creí que nunca aparecería. Él es aquel que tiene esa mirada que tanto me enamora, me enloquece, me fascina. Esa sonrisa que me atonta, y me deja aún más enamorada. El que en tán poco tiempo me ha demostrado que las personas pueden conocerse rápido, y ademas poder enamorarse. Él es el que me habla, me escucha, me comprende, me ayuda y me hace sonreir todo a la vez. Eso es lo que más especial hace a él. Que es único, que es una de las muy pocas personas en las que puedo confíar de esa manera, una de las pocas personas que sé que estará ahí, tanto en lo bueno como en lo malo, y sea el momento que sea. Porque se que él es una de esas personas que dejaría de lado todo lo que está haciendo por venir a consolarme, a ayudarme. Y porque además lo hace perfecto. Nunca nadie me habia hecho sentirme así, nadie menos él.

sábado, 12 de febrero de 2011

Mirando al mar .

Mirando al mar recuerdo el día en que me diste ese primer beso. Sí, es así. Allí estábamos los dos, tú con tus amigos, yo con los míos. Poco a poco os fuistéis acercando, hasta que tú llegaste hasta donde mi y me dijiste esas palabras que tan bien recuerdo, "te he buscado durante tanto tiempo..." . Yo no sabía que hacer, asique me puse a reír, con una sonrisa que nunca antes la había tenido. Me avergoncé. Tú entonces me miraste, me sonreiste y me diste un beso.

Te quiero .

- Hey, necesito saber lo que sientes, y lo necesito ya.
+ ¿A que te refieres con lo que siento?
- A lo que piensas de mi, lo que sientes hacia mi, lo que harías por mi.
+ Pues... mmm...
- Venga, dímelo, por favor...
+ Haber, lo que quiero decirte no es facil... no sé como empezar...
- Pues empieza por el principio, a poder ser.
+ Mira, nosotros dos nos conocemos de hace mucho tiempo, tanto que ya me es imposible saber cuando. Y nos conocimos de una manera no muy normal, pero...
- Por favor, dímelo ya.
+ Pf... no es fácil, ¿sabes?
- Ya se que hay veces que mostrar los sentimientos no es tan facil, pero por favor, inténtalo, de verdad.
+ Todo esto me supera... me da demasiada vergüenza...
- ¿Vergüenza? Por favor, ahora no necesito vergüenza, ahora solo necesito sinceridad.
+ Mira, te lo diré sin dar mas vueltas. ¿Qué siento hacia tí? Lo que yo siento por ti es muy grande. Es algo que jamás había sentido por nadie, algo tán grande que en ocasiones siento que voy a estallar, de que es algo que no me entra en el pecho. De ti pienso tantas cosas... pero todo bueno. Eres la persona mas bonita que jamás he visto, y la mejor persona que nadie nunca ha pdido ni podrá conocer. Tienes un corazón que no te entra en el pecho, y por ese motivo no puedo dejar de pensar en ti. Siento que he sido afortunado en haberte conocido ¿sabes?. Ahora mismo me encantaría agarrarte de la mano, de la cintura, de la cara... darte un abrazo, un beso, y irme contigo hasta el infinito, a algún lugar donde solo podamos estar tú y yo, sin nadie al rededor que nos moleste.
- Me dejas sin palabras...
+ Bueno, ahora que ya te he dicho todo esto, ahún me quedan dos palabras a mi por decirte. Te quiero.